Puertas de la Ciudad Vieja

Puertas de la Ciudad Vieja

La Ciudad Vieja de Jerusalén está protegida con ocho puertas, en cuyos nombres se escribe la historia de Jerusalén. Desde la famosa Puerta de Jaffa hasta la misteriosa Puerta Dorada, todas guardan alguna peculiaridad.

La muralla de Jerusalén

La Ciudad Vieja de Jerusalén ha estado protegida por férreas murallas desde hace más de dos mil años. Aunque la muralla de hoy en día data del siglo XVI, la reconstrucción mantuvo las ocho puertas que históricamente han permitido el acceso a la Ciudad Vieja de Jerusalén.

Con 12 metros de altura, 4,5 kilómetros de extensión y 34 torres de vigilancia, la muralla de Jerusalén protege la Ciudad Vieja, una zona de poco más de 1 kilómetro cuadrado.

Las ocho puertas de la Ciudad Vieja

Puerta de Jaffa

La más famosa de las ocho puertas de Jerusalén es la Puerta de Jaffa, la única entrada a la Ciudad Vieja en la parte oeste de la muralla. La Puerta de Jaffa, que antiguamente marcaba el camino hacia esta ciudad portuaria, hoy da acceso al zoco árabe del barrio musulmán.

Aunque hoy es un núcleo de bullicio y grupos de gente, resulta curioso imaginar cómo los peregrinos judíos y cristianos llegados de Europa cruzaban la Puerta de Jaffa hace miles de años.

Puerta de Sión

Frente al Monte Sión se encuentra una de las puertas del sur de la muralla de Jerusalén: la Puerta de Sión. Se trata de una entrada muy venerada por los musulmanes, que la llaman Puerta de David, ya que creen que la tumba del profeta se encuentra muy cerca. 

La Puerta de Sión permite el acceso a los barrios judío y armenio.

Puerta del Estiércol

La Puerta de las Basuras, Puerta de los Desperdicios o Puerta del Estiércol es, como su propio nombre indica, la puerta por donde salían todos los residuos de Jerusalén. Después de Jaffa, es una de las puertas más transitadas, ya que comunica directamente con el Muro de las Lamentaciones y a la Explanada de las Mezquitas, los monumentos más importantes de Jerusalén.

Puerta Dorada

La Puerta Dorada de Jerusalén es la más antigua de la ciudad y la única que está tapiada. La puerta es original del siglo V y permaneció en uso hasta 1541, cuando el sultán Solimán el Magnífico ordenó cerrarla.

Según la tradición judía, la Puerta Dorada solo se abrirá cuando llegue el Mesías, que entrará en Jerusalén atravesando esta puerta.

Puerta de los Leones

Recibe este nombre por las parejas de felinos que flanquean los laterales de la puerta. Se encuentra justo enfrente del Monte de los Olivos y es la principal puerta para acceder a la muralla desde el este de la ciudad.

La Puerta de los Leones marca el inicio de la Vía Dolorosa, por lo que muchos fieles comienzan aquí su ruta siguiendo la Pasión de Cristo.

Puerta de Herodes

Baja y estrecha, la Puerta de Herodes es el principal acceso al barrio musulmán de la Ciudad Vieja de Jerusalén. También se la conoce como Puerta de las Flores, por los motivos florales que decoran la parte superior de la torre.

Justo por esta puerta se llegaba a la casa del rey Herodes, donde Jesús fue enviado por Poncio Pilato.

Hoy en día es una zona bastante animada, con puestos de fruta a la entrada y grupos de musulmanes entrando en dirección a la mezquita.

Puerta de Damasco

Majestuosa, imponente y cargada de historia. La Puerta de Damasco es la más grande de las ocho puertas de Jerusalén y durante milenios recibió a peregrinos y comerciantes llegados de Siria.

La Puerta de Damasco que vemos hoy en día se reconstruyó en el siglo XVI sobre los yacimientos de una antigua puerta levantada por Adriano en el siglo II. Se encuentra en el norte de la muralla y da acceso al zoco del barrio musulmán.

Puerta Nueva

Tanto su nombre como su aspecto dejan claro que la Puerta Nueva no formaba parte de la histórica muralla de Jerusalén. Construida en 1887, esta puerta fue diseñada por el Imperio Otomano para permitir el acceso al barrio cristiano.

Se encuentra en la parte noroeste de la muralla, pero no forma parte de ella. Aunque su estilo es más austero que el resto de las puertas, resulta curioso verla apartada del perímetro amurallado, y suele estar llena de coches y paseantes.