Barrios de Jerusalén - Los cuatro barrios de la Ciudad Vieja
Barrios de Jerusalén

Barrios de Jerusalén

En un área inferior a un kilómetro conviven cuatro religiones, cuatro culturas y cuatro formas de entender el mundo. Judíos, cristianos, árabes y armenios han dan forma a los cuatro barrios de Jerusalén.

En la Ciudad Vieja de Jerusalén es posible disfrutar de la tranquilidad del barrio armenio, sumergirse en el alborotado zoco del barrio musulmán, oír el repicar de las campanas del barrio cristiano y pasear por las elegantes calles romanas del barrio judío. ¡Y todo en menos de un kilómetro cuadrado!

A pesar de estar muy ligados a la historia de Jerusalén, estos cuatro barrios tan diferentes entre sí no fueron bautizados como los conocemos hoy en día hasta el siglo XIX.  

Se trata de cuatro comunidades con una personalidad muy marcada, modelada por su forma de vestir, la arquitectura de las calles y los sonidos y los olores que flotan en el aire de cada barrio de Jerusalén.

Barrio judío

Al suroeste de la Ciudad Vieja, entrando por la Puerta del Estiércol, se abre el barrio judío de Jerusalén, la zona más elegante y residencial del perímetro amurallado. Las calles del barrio judío desprenden calma y sosiego, tan solo interrumpida por judíos, la mayoría ortodoxos, caminando con prisa y esquivando a los turistas.

Este barrio de Jerusalén acoge numerosas sinagogas y yeshivás (las escuelas donde se estudia la Torá), la mayoría ocultas tras paredes austeras.

El trazado del barrio judío es el mayor legado romano en Jerusalén. En la entrada es posible ver una serie de columnas originales que marcan el inicio de El Cardo, una antigua vía comercial romana que hoy alberga galerías de arte, tiendas y apartamentos.  

Pero sin duda la mayor atracción del barrio judío es el Muro de las Lamentaciones. En los restos del muro oeste del Segundo Templo de Jerusalén se escuchan cada día las oraciones susurradas de miles de judíos.

Barrio musulmán

Es el más extenso de los cuatro. El barrio musulmán de Jerusalén nace detrás del Muro de las Lamentaciones y termina en la Puerta de Herodes (también se puede llegar por la Puerta de los Leones y la Puerta de Damasco). Además, el barrio incluye la Vía Dolorosa, lugar de peregrinación cristiano, y la Explanada de las Mezquitas, donde se ubica el tercer lugar sagrado para los musulmanes: la Cúpula de la Roca.

El barrio musulmán es una fiesta para los sentidos, que recuerda a las bulliciosas medinas de Fez y Marrakech. En sus estrechas y laberínticas calles se entremezclan los aromas de las especias y el café, resuena el alboroto del zoco y llaman la atención los curiosos artículos de los puestos callejeros. En este barrio de Jerusalén encontraréis zumos recién exprimidos, alfombras y telas de vivos colores, antigüedades, ¡de todo!

Podréis recorrer el barrio musulmán sin problemas, a excepción de la Explanada, que no permite la visita durante las horas de la oración, y de las mezquitas. El musulmán es sin duda el barrio de Jerusalén más llamativo, lleno de vida y ambiente a prácticamente cualquier hora del día.

Barrio cristiano

Entre la Puerta de Damasco, la Puerta Nueva y la Puerta de Jaffa se extiende el barrio cristiano de Jerusalén, el segundo más antiguo de la ciudad. Nació al noroeste como una extensión del barrio musulmán y, todavía en la actualidad, cuesta mucho distinguir estas dos zonas de la Ciudad Vieja.

Muchos peregrinos inician la Vía Dolorosa en el barrio musulmán y, siguiendo las huellas de Cristo, llegan a la joya del barrio cristiano: el Santo Sepulcro. Esta gran iglesia es el lugar más sagrado para los cristianos y uno de los monumentos de Jerusalén más visitados.

El barrio cristiano de Jerusalén alberga más de cuarenta lugares sagrados para los fieles de esta religión, además de tiendas de recuerdos y algún restaurante.

Barrio armenio

A la presencia de musulmanes, cristianos y judíos en la Ciudad Vieja de Jerusalén se une la comunidad armenia, la más pequeña, con unas 500 personas. El barrio armenio es el más pequeño y desconocido de los cuatro, a pesar de llevar siglos presente en la Ciudad Santa.

Paseando por el barrio armenio veréis numerosas tiendas de cerámica artesanal, pequeñas capillas y museos sobre la historia de los armenios en Jerusalén. Los monumentos más interesantes del barrio armenio son la Catedral de Santiago y el Monasterio de San Marcos.